El miércoles 20 de febrero de 2019, el partido de ultraderecha representando por el autoritario Álvaro Uribe Vélez, radicó el proyecto de ley para reprimir a profesores que supuestamente presionen o traten de involucrar a los estudiantes en algún tipo de ideología política o desarrollen proselitismo en las aulas de clase.  

Ese proyecto de ley, está en línea con el formato fascista que busca seguir restringiendo los derechos y libertades económicas, sociales, culturales, civiles y políticas, bajo el supuesto de ser una iniciativa de padres, profesores y alumnos con el engaño de lograr un acuerdo social para no politizar las cátedras y evitar que los estudiantes de colegios públicos y privados conozcan las diferentes tendencias ideológicas o participen de las expresiones sociales de libertad de expresión y protesta.  

La libertad de cátedra es parte de los derechos humanos, fundamental en la libertad académica, para ejercer la docencia con libertad para enseñar y debatir sin ser restringido por ninguna doctrina y se pretende obstruir con el pretexto de evitar que los docentes interfieran o trasgredan derechos fundamentales de los estudiantes en su escogencia ideológica  

La humanidad ha sufrido el horroroso y criminal fascismo, ha tenido que liberarse de éstos modelos que corresponden a regímenes autoritarios que prohíben las libertades democráticas y son extremistas contra la diversidad de pensamiento, de expresión y de género que impide a los docentes realizar actividades pedagógicas alternativas, críticas, renovadoras, recreativas y artísticas, prohibiendo la amplitud de las asignaturas de la ciencia social y política, para evitar que quienes pasan por las aulas sean críticos, constructivos y autónomos en sus decisiones, para poder seguir controlando la sociedad por ignorancia y no permitir la participación de los estudiantes en temas y propuestas para el país y construcción de bienestar para la sociedad en su conjunto  

El trasfondo de éste proyecto de ley, es impedir que la población piense, no sea crítica, esté alienada al proyecto burgués y se sometida para que no logre convertir a Colombia en un modelo de República democrática, pluralista, con plenos derechos y libertades, impidiendo el desarrollo de la conciencia social y no sean una amenaza para quienes ostentan el poder, históricamente en manos de una élite corrupta y criminal.  

La educación y las aulas son espacios y momentos del ser humano para la diversidad, la participación, la ciencia, la memoria, el bienestar, la libertad y la armonía con la naturaleza.  

No permitamos que le corten las alas al pensamiento y la conciencia, por la ética y los valores humanos para que Colombia salga de siglos de modelos económicos y gobiernos de violencia, destrucción, hambre y miseria