Con caras gana el Grupo que
Tiene el Poder y con sello perdemos los trabajadores, campesinos, indígenas, pequeños y medianos
empresarios
Por seis votos a favor y tres en contra, la Corte Constitucional declaró inexequible la
reforma tributaria que Iván Duque denominó ley de financiamiento y se suspende su aplicación desde
el 1 de enero de 2020, es decir, lo ya causado vale, lo pagado, pagado está, así que no se haga
ilusiones, no nos retornarán ni un peso del total que nos quitaron de nuestro salario durante el
2019 y las cifras indican que la movida con la decisión de la Corte, será recuperar los 14 billones adicionales que inicialmente representaba la propuesta y fue aprobado 7 billones.
Quienes tienen el poder tienen todo milimétricamente calculado, está lista la trampa, no
crea que van a dejar de meternos la mano al bolsillo, se seguirán apropiando de nuestros ingresos
por medio de los impuestos y la decisión de la Corte la usan para confundir y desinformar,
convirtiéndolo en una perfecta justificación para modificar la reforma que fue invalidada y
presentar con mensaje de urgencia al Congreso de la República y será aprobada a raja tabla por esos
mismos partidos de los sectores de la oligarquía que hoy están en campaña electoral, para que el
pueblo que afectan con sus decisiones, elijan a sus Gobernadores, Diputados Departamentales,
Alcaldes, Concejales y Ediles, porque no van a aceptar perder la porción de mermelada que representa
recaudar más de 900 billones al 2030 en impuestos que representa la ley de financiación.
Sino logran acomodar la
carga por medio del Congreso mayoritariamente representante de los intereses de los más ricos, no
descartan declarar la emergencia económica, reducirán el gasto social, seguirán endeudando el país,
aprobarán otra reforma tributaria que ya estaba prevista para marzo del 2020, que tiene entre otros
propósitos subir el IVA al 19%, surgen propuestas de cobrar por anticipado el impuesto, revivir el
intento de despropiar a los trabajadores de las cesantías y como ya está anunciado, meterán el
acelerador para imponer la reforma pensional, laboral, a la salud, a la educación, la
reestructuración del Estado, la venta de empresas publicas, entre otras.
La decisión de la Corte
Constitucional favorece a los grandes empresarios las Gaseosas, cerveza, cigarrillos, entre ellas
Coca Cola, que resultan beneficiadas al caerse el impuesto que se aplica a esos
productos.
El extractivismo, la privatización, los denominados tratados de libre comercio, las
ventajas comparativas para las multinacionales y usar al Estado para trasladar grandes sumas de
dinero al sector privado principalmente a las multinacionales y conglomerados nacionales, es un
mecanismo usado para saquear el país y destruir las fuerzas productivas, que implica que las
finanzas de la nación dependen exclusivamente de cobrar impuestos que terminan pagando los más
pobres.
La
solución está a la mano, es muy sencillo, siempre y si existiera un pueblo consciente del problema y
quienes estén en el poder tengan la disposición de lograr la soberanía política, financiera,
Agroalimentaria, minero energética, de las comunicaciones, la salud, la educación, los servicios,
liberarnos de la deuda externa, de los mal llamados tratados de libre comercio, poner límite al
capital extranjero y las multinacionales, industrializar el país, generar empleo productivo
generador de riqueza y democratizar todas las relaciones socio económicas.
Colombia tiene todo para
lograr un desarrollo democrático en armonía con la naturaleza, generar bienestar para todos, si la
oligarquía entreguista no siguiera en el poder aplicando la guerra contra el pueblo y generando un
modelo de desigualdad que se expresa en explotación, pobreza, miseria y hambre para la mayoría del
pueblo y excesiva concentración de la riqueza para un pequeño grupo de
familias.
Pero se puede lograr tan trascendental
cambio en éste momento, la respuesta es no, hay una conciencia muy débil del pueblo, porque millones
están creyéndole a quienes por siglos han estado en el poder y defienden el modelo económico que
representa los intereses de los más ricos y no de los trabajadores, campesinos, indígenas y sus
familias, pequeños y medianos productores.
Sino es por conciencia, organización y
movilización del pueblo, tendrá que correr mucha más agua por debajo del puente, pasarán muchos años
y generaciones, hasta que la destrucción total de más fuerzas productivas del país y la pérdida de
los pocos derechos y condiciones de vida, para verse empujados a hacer el cambio y como van las
cosas será mas temprano que tarde y no sobre las ruinas de un país saqueado y destruido que nos
dejarán a futuro.
Pero se puede, no todo está perdido, hay gente de bien, que sigue
trabajando y luchando porque soñamos con esa patria democrática, soberana, con paz y bienestar,
integrada con otros pueblos del mundo en la solidaridad y la cooperación, para que todos tengamos
bienestar y riqueza espiritual y no solo material y paremos la destrucción del planeta, que por
ahora es nuestra única casa.
Sino hacemos el cambio, no esperemos que la inexequibilidad de la
reforma tributaria o ley de financiación declarada por la Corte Constitucional resuelva la grave
crisis nacional.
Javier Correa
Secretario de Comunicación
Junta Directiva Nacional de Sinaltrainal